La culpa no es de la cripto sino de quien le da de comer

daniel molina
4 min readFeb 22, 2025

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Hayden Davis con Javier Milei en uno de los muchos encuentros que tuvieron en la Casa Rosada.

Mi abuelo era un hombre que se caracterizaba por su rica experiencia de vida. Era de poco hablar y solía apelar a refranes. Uno de sus refranes favoritos (sobre todo cuando veía algo que le parecía corrupto en uno de los gobiernos de los años 60) era “el pescado comienza a pudrirse por la cabeza”. Me acordé de él esta semana cuando todo el país vio en vivo al Presidente de la Nación promocionar una estafa internacional que solo se pudo realizar porque él la promocionó.

“El pescado comienza a pudrirse por la cabeza” significa que sigue pudriéndose por el resto del cuerpo. Comenzó con una acción muy cuestionable por parte del Presidente y continuó con una jugada oscura, muy sucia en el Senado de la Nación. El senador correntino, presidente del bloque de la UCR, Eduardo Vischi presentó un proyecto para formar una comisión senatorial que investigue la estafa que promocionó el Presidente de la Nación. A la hora de votar, salió de la cámara, se reunió con alguien muy importante del gobierno y al volver al recinto votó en contra de su propio proyecto. Justo por ese voto Milei no será investigado por la promoción de una estafa que significó despojar de 10 veces la cantidad de los bolsos de López a miles de inversores de todo el mundo: 100.000.000 de dólares.

“El pescado comienza a pudrirse por la cabeza” y luego se pudre todo el cuerpo, siguió por el Senado, ahora está contaminando al Poder Judicial; que está jugando una especie de cuento de la buena pipa para sacarse de encima la investigación. Y se expande por la sociedad que mira alelada un caso de corrupción que quedará otra vez impune.

Tuit con el que el Presidente de la Nación promocionó la estafa cripto.

Es interesante ver lo que sucedió con algo de detalle para ver cuán siniestro fue el delito. Primero el Presidente puso un tuit, un mensaje en su Instagram y otro en su Facebook y lo mantuvo varias horas (el mismo tiempo que se necesitó para que se consumase la estafa). Luego, cuando ya la moneda crypto $LIBRA no valía nada sacó los mensajes y dijo que había estado mal asesorado (le echó la culpa a otros que no mencionó) y dijo que no se había dado cuenta que no era algo tan positivo como había imaginado unas horas antes.

Los dos mensajes en Twitter que puso el Presidente son de antología y en todos los diarios del mundo (desde Malasia a EEUU, de Egipto a Alemania, de Brasil a Francia) fueron lapidarios: sin el tuit de Javier Milei no se hubiera podido hacer la estafa, nadie en todo el mundo conocía esa moneda crypto antes de que él la recomendase y, además, su primer tuit fue muy elogioso y nunca dijo que recomendaba una memecoin (que fue lo que era en realidad) sino una posibilidad de invertir en un fondo para apoyar a las empresas innovadoras de la Argentina.

Luego, cuando ya era un escándalo mundial, el Presidente dijo que fue engañado y que si uno va al casino y pierde no debe quejarse. ¡Pero él vendió el proyecto no como un casino ni como una ruleta rusa (otra de las comparaciones que hizo en su guionada entrevista con Joni Viale), sino como un fondo de inversión en empresas argentinas reales!

Más allá de todo lo sucio que es el caso y de la nula investigación (y del nulo castigo) que habrá en el país (en el exterior puede ser diferente; incluso puede investigar el FBI de EEUU y la justicia de varios países), lo trágico es que la estafa fue a gente que creía en el Presidente. Si los que invirtieron (y perdieron su dinero) no hubieran creído en el gobierno argentino no habrían expuesto su dinero. Es decir, traicionó a sus propios fans.

Senador de la UCR correntina Eduardo Vischi, cuyo voto en el Senado permitió que no se creara la comisión investigadora de la estafa promocionada por el Presidente de la Nación

Es todo tan sucio que da pavor. Y una de las muchas consecuencias negativas del caso es que ha aumentado los prejuicios sobre un mundo del que la mayoría no sabe nada: el mundo de las cryptomonedas.

Hay un prejuicio que hacer creer que las crypto son monedas truchas y que todo da lo mismo: es igual la crypto que promocionó Milei y fue una estafa que el bitcoin. Para nada. El bitcoin es hoy el equivalente en el mundo de internet al oro: el valor más confiable que existe, más incluso que el dólar y que cualquier moneda emitida por cualquier país. Y lo es porque está basado en la blockchain, una cadena digital inalterable, que nadie, de ninguna manera, puede violar o cambiar.

Hoy el mundo crypto y la blockchain son conocidos por el 1% de la humanidad. Más o menos la misma proporción que en 1995 conocía internet. En 1995 poca gente sabía qué era un email o una página web, algo que ahora conoce casi todo el mundo. En crypto estamos como en 1995: la mayoría no conoce y compra todos los prejuicios, pero como en todo lo humano hay monedas falsas (las memecoin, $LIBRA, etc) y monedas fuertes y sanas, que no paran de crecer, como Ethereum y Bitcoin.

De noche todos los gatos parecen pardos, pero lo cierto es que no todo es lo mismo. Incluso en la Argentina, el país en el que todo en la política es una triste farsa.

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daniel molina
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Written by daniel molina

¿Que yo me contradigo? Pues sí, me contradigo. Y, ¿qué? (Yo soy inmenso, contengo multitudes.)

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